La Red de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos
RINDHCA forma parte de la estructura de representación regional de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (INDH) en la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (GANHRI). RINDHCA es en consecuencia, la cuota americana en la más amplia asociación internacional de INDH de todo el mundo, que trabaja además en estrecha asociación y cooperación con la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
Fortaleciendo a las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos del Continente Americano
El proposito central de RINDHCA estar al servicio de sus INDH, para ello se centra en fortalecer sus estructura institucional, construir alianzas con organismos y otras redes de INDH, para el desarrollo de trabajos en conjunto que fortalezcan la protección de los Derechos Humanos en el continente americano.
Podrán pertenecer a la Red, con independencia de la denominación que reciban en cada país, las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos del Continente Americano que estén establecidas conforme a los Principios de París, debidamente acreditadas ante el GANHRI y expresen interés en el desarrollo de los fines de la Red.
El Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación fue el primer registro de femicidios de Argentina en incluir y desarrollar el concepto de suicidios feminicidas e insiste en visibilizarlos. Se producen cuando las mujeres se quitan la vida como consecuencia de los abusos sistemáticos y la violencia de género que vivieron. La cantidad de suicidios feminicidas se ha incrementado desde que se comenzó con su registro, en 2019 y 2020 se detectaron 5 casos de suicidio feminicida cada año, mientras que en 2021, los 15 suicidios feminicidas ya mencionados.
Desde el primer informe publicado en 2017 hasta el actual de 2021, Argentina acumula un total de 1358 Femicidios, Femicidios Vinculados de mujeres y niñas, Suicidios Feminicidas y Transfemicidios; y 79 Femicidios Vinculados de varones adultos y niños. A su vez, 881 hijas e hijos menores se quedaron sin madre.
Los datos evidencian que el aislamiento por la pandemia del Covid-19 generó un impacto significativo en el aumento de femicidios en comparación con los registros de los años anteriores, y del año posterior. En el informe se puede observar la evolución del fenómeno durante los años y tendencia sostenida en el tiempo indica que el lugar más inseguro para las mujeres es su propio domicilio, y la situación de confinamiento de la víctima con su victimario llevó a las mujeres a quedar atrapadas con su propio agresor.
Durante el 2021, en el 65% de los casos, el hecho ocurrió en la vivienda de la víctima, el domicilio compartido con el victimario o en un entorno familiar; y el femicida fue en el 51% de los asesinatos la pareja o expareja. Solo el 12% de las víctimas no conocía a su victimario.
A pesar de que algunas de estas mujeres habían tenido acceso a la justicia, ya que 44 de ellas habían realizado al menos una denuncia por violencia de género, igualmente fueron asesinadas.
Se detectaron 32 víctimas menores de 18 años, 3 de esas niñas y adolescentes se suicidaron en un contexto de violencia de género, es decir fueron víctimas de suicidios feminicidas.
Con respecto a las modalidades, todas reflejan el ensañamiento en la violencia empleada para asesinar a las mujeres por el hecho de ser mujer. De las 289 víctimas de femicidio, 26 fueron violadas. El uso de armas de fuego y el apuñalamiento fueron los métodos más empleados.
En cuanto a la distribución geográfica, el mapeo del relevamiento indica que Santiago del Estero encabeza la lista de provincias con más femicidios en proporción con la cantidad de habitantes, seguida por La Rioja, Tucumán, Chaco y Formosa. Es decir, el mapa enciende sus alarmas más fuertes en el norte del país.
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