El 29 de mayo, el Grupo de Trabajo sobre Población Migrante y Refugiada de la RINDHCA celebró recientemente una sesión en la que se aprobó, por consenso, su Plan de Trabajo. Este documento establece las prioridades estratégicas del grupo y define una hoja de ruta clara para reforzar el rol de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (INDH) en la defensa de los derechos de las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y apátridas en las Américas.

El plan pone especial énfasis en el fortalecimiento de capacidades técnicas, la articulación regional, el seguimiento de compromisos internacionales —como el Plan de Acción de Chile 2024–2034 del Proceso Cartagena +40— y la incidencia para que los marcos normativos y las políticas públicas estén alineados con los estándares internacionales de derechos humanos.

Además de ratificar el plan, se acordó establecer una dinámica de reuniones periódicas para facilitar el seguimiento de las actividades, fomentar el intercambio de experiencias entre INDH y mantener una coordinación activa frente a los desafíos regionales.

Durante la sesión también se recordó que ya está listo para su publicación el documento “Normatividad en materia de migración y refugio en los países de las Américas miembros de la RINDHCA”. Este repositorio actualizado —resultado de un esfuerzo colectivo— será una herramienta clave para el trabajo de monitoreo, defensa y promoción de derechos desde las INDH, al facilitar el acceso a información jurídica relevante en toda la región.

Asimismo, se abordaron propuestas iniciales para una campaña regional de sensibilización en redes sociales, centrada en la protección de los derechos humanos en contextos de movilidad humana. Esta iniciativa buscará visibilizar los desafíos que enfrentan especialmente las personas migrantes trabajadoras, muchas de ellas expuestas a condiciones laborales precarias, discriminación y otras formas de vulnerabilidad, particularmente en sectores informales o escasamente regulados.

La promoción y protección de los derechos de las personas en movilidad no solo constituye un compromiso ético y jurídico para las INDH de la región, sino también una necesidad urgente, dada la magnitud de los flujos migratorios y los crecientes retrocesos en materia de protección.

Desde la RINDHCA se reconoce que las personas migrantes y refugiadas enfrentan obstáculos sistemáticos para acceder a derechos básicos como salud, educación, trabajo y justicia, muchas veces agravados por factores como su estatus migratorio o su origen étnico, racial o de género.

Por ello, el trabajo articulado entre las INDH es fundamental para promover respuestas integrales, con enfoque de derechos y centradas en la dignidad humana. A través de acciones de monitoreo, formación, intercambio de buenas prácticas y campañas públicas, el Grupo de Trabajo busca asegurar que ninguna persona en situación de movilidad quede fuera del alcance de la protección de los derechos humanos.

Este esfuerzo se desarrolla en coordinación con aliados estratégicos como ACNUR, OACNUDH, la Fundación Diálogo Diverso, la Red Regional por la Movilidad Humana LGBTIQ+, la Alianza para la Prevención de la Tortura, OIM, Save The Children y UNICEF, entre otros. Asimismo, se articula con otros grupos de trabajo de la RINDHCA, reconociendo los vínculos entre movilidad humana, derechos ambientales, lucha contra la discriminación y prevención de la tortura.

Con esta planificación, el Grupo de Trabajo reafirma su compromiso con una agenda regional de derechos humanos que no deje a nadie atrás.